El objetivo del trágico ataque al local Pulse de Orlando fue, sin lugar a dudas, la comunidad homosexual. Al mismo tiempo, estos acontecimientos ponen de manifiesto la urgencia de cambiar algo en aquello de es mi derecho constitucional tener en mi mano la posibilidad de masacrar a 50 personas. Punto (y aparte).
¿Terror islámico?
Centrar la atención de este atentado en terrorismo islámico es un error. Es bastante dudoso que el motivo del mismo fuese una proclamación del Estado Islámico o fuese un acto promovido desde el ISIS. Algún valiente medio se ha atrevido a hablar de la incierta pertenencia a una banda terrorista islámica del psicópata - y, huelga decir: el presunto hecho de que declarara en una llamada telefónica su simpatía por ISIS , no lo convierte automáticamente en uno de sus miembros.
La definición técnica de terrorismo es tan escurridiza como la de etnia: pero la definición folk es sencilla: un acto violento se convierte en terrorista cuando puede relacionarse, aunque sea por los pelos, con el islam. Este video lo explica muy bien. La utilización política del terrorismo por parte de unos y otros es innegable: tanto les conviene a unos ponerle el nombre, como les conviene a los otros que se lo pongan. Este uso político es una de las facetas más miserables de nuestra especie. El terrorismo, o cualquier forma de guerra, es la más monstruosa faceta de nuestra especie.
Ahora mismo, opino personalmente, afrontar el verdadero debate que debería incitar este siniestro acontecimiento, no es conveniente porque toca teclas de gran sensibilidad, temas tabú- y estamos en pleno periodo electoral. Por tanto, se desvía el debate a otros temas y se cuelga la culpabilidad a un enemigo ya reconocido por todos, de alta vendibilidad.
Elementos centrales: homofobia y (ab)uso de armas
Es un error proclamar esto como un acto de terrorismo islámico porque desvía la atención de los elementos verdaderamente relevantes y que habría que tratar para poder convertir esto en un punto de no retorno: contra la violencia homofóbica y contra el acceso indiscriminado a las armas en Estados Unidos.
Homofobia
La comunidad homosexual es objeto de constantes ataques violentos, ya sean explícitos , como estructurales, allí donde ser gay está perseguido por la ley, sin olvidar la soterrada violencia cotidiana que sufre el colectivo en forma de rechazo social.
A pesar de que las religiones, por lo general, van acompañadas de un manual de instrucciones cósmicas (cómo es el mundo, cómo nació el mundo) y éticas (cómo hay que portarse, qué está bien y qué está mal, incluyendo el sexo- incluso el género), es bastante evidente que el islam no posee la exclusiva en la estigmatización de la homo o bisexualidad.
Sin embargo, cuando son otras ideologías o religiones las que motivan los ataques homófobos, no se llaman terroristas:
He encontrado, a modo de ejemplo este artículo, donde se narra el ataque al pub gay Admiral Duncan en Londres en 1999, no se lee la palabra terrorismo en el texto- sólo aparece en la mención final al Scotland Yard.
El problema es, pues, la denostación de un colectivo de personas.
Y qué decir del acceso a las armas- parece tan evidente que me siento un poco ridícula escribiendo estas líneas. Es más: me limitaré a señalar el enlace de la página que registra los ataques masivos con armas de fuego: https://www.massshootingtracker.org/data.
Cierto: las cosas no son tan sencillas, las conductas colectivas no se corrigen a base de castigazos, de prohibiciones (entonces no habría, por ejemplo, robos, asesinatos o accidentes de carretera por exceso de velocidad) sino de una investigación a fondo de las razones por las que un comportamiento se repite hasta convertirse en habitus, en costumbre, en parte de la vida; no lo he mirado, pero estoy segura de que hay antropólogos que se han puesto manos a la obra para explicarlo y ponerle freno a este sinsentido.
Pero entender el contexto, el relativismo cultural, como escribí aquí, no es equivalente al relativismo moral: y es la hora de que la posibilidad de masacrar a 50 personas, de la condición que sea, deje de ser un derecho constitucional. Y es la hora de que se abandone el castigo a la comunidad homosexual. En realidad hace mucho tiempo que era la hora.