Tres años (¡tres!) cumple esta página.
Tres años en los que he aprendido muchísimo. Escuchando a quienes me habéis querido contar lo vuestro. A quienes habéis comentado mis pequeñas piezas.
Tres años de evolución personal y académica.
Tres años de ¿involución? migrante mundial. La enfermedad de la xenofobia se ha extendido gracias a quienes, irresponsablemente, la han plantado, regado y abonado como el trigo, con boñigas.
Tres años en un camino que parece que no se me acaba nunca. Pero en el que no cejo gracias a quienes me leéis, me comentáis, me animáis y me engordáis las ganas de sacar el post semanal. Gracias, de verdad.