
Crédito imagen Fullstopindia
En estos días tengo la suerte de recibir muchas visitas. Con lo que me gustan las visitas. Así que he ido mucho al aeropuerto. El otro día me emocioné con la acogida que le daban unas chicas de unos doce años a sus recién llegadas amigas. La ola de abrazos, sonrisas sonoras y lágrimas vigorosas se extendió de tal forma que pareció dibujar una nube visible y palpable de emotividad, como si hubieran activado un ambientador de emoción. Entonces pensé en cuánto me han gustado siempre los aeropuertos. Son lugares mágicos. El olor a queroseno, la promesa de la transición a otro mundo; entonces pensé en los superpoderes cuánticos de las puertas de los aviones ..
y pensé que ocurre lo mismo con las puertas de llegadas, pero a la inversa. Cierto es que también sale por las puertas de llegadas la masa de los ,retornadosdevacaciones; se les distingue no tanto por su moreno fuera de temporada, como por su cara de ajo, casi se les ven los subtítulos de los pensamientos en la frente: ya estoy aquí otra vez... pero la euforia de los encuentros y la ilusión de entrar en un nuevo mundo tiene una fuerza mucho mayor, así que las puertas de llegadas de aeropuerto, tienen el superpoder de la emoción del encuentro.
Qué suerte que pronto me toca ir otra vez- pienso respirar cada gramo de los ambientadores emotivos que se lleva la gente.